SEÑALES DE ALARMA


Algunas indicaciones de un posible trastorno de integración/procesamiento sensorial incluyen:


HIPERSENSIBILIDAD O HIPOSENSIBILIDAD TÁCTIL:
Evita tocarse, se niega a usar ciertas prendas, choca contra personas/cosas, prefiere agua de baño caliente, alta tolerancia al dolor.


HIPER RESPONSIVO O HIPO RESPONSIVO A LAS SENSACIONES DE MOVIMIENTO:
Busca movimientos como balancearse, girar, saltar o temer movimientos, evita juegos activos, se marea muy fácilmente.


HIPERSENSIBILIDAD AUDITIVA:
Muy sensible o por el contrario no responde a ruidos fuertes o inusuales, volumen de voz inusualmente alto o bajo, se distrae con frecuencia cuando hay ruidos a su alrededor


NIVEL DE ACTIVIDAD MUY ALTO O BAJO:
Constantemente en movimiento o se mueve lentamente y se cansa fácilmente.


HIPER SENSIBILIDAD A OLORES O SABORES:
Tiene un repertorio limitado de alimentos que acepta, dificultad para tolerar varias texturas de alimentos, se le antojan sabores fuertes, le desagradan ciertos olores.


La terapia de integración sensorial parece un juego.

Por ejemplo, puede ver a su hijo columpiándose (sistema vestibular), tirando de una cuerda para acelerar el columpio (sistema propioceptivo), atrapando juguetes de diferentes texturas (sistema táctil) y tirándolos en un balde (sistema visual), todo mientras usa un par de auriculares (sistema auditivo).

La idea de la terapia de IS es emplear experiencias sensoriales terapéuticas cuidadosamente seleccionadas para mejorar la integración sensorial con el fin de mejorar el aprendizaje, el comportamiento y la calidad de vida.