TERAPIA DEL MOVIMIENTO RÍTMICO
E INTEGRACIÓN DE LOS REFLEJOS PRIMITIVOS

¿QUÉ SON LOS REFLEJOS PRIMITIVOS?

Para sobrevivir, el bebé viene dotado de unos movimientos automáticos dirigidos desde el tronco encefálico que son los reflejos primitivos. Estos movimientos automáticos le permiten al bebé ayudar a descender por el canal del parto, o succionar por ejemplo.

No obstante estos reflejos deben de aparecer para posteriormente integrase en un momento determinado del desarrollo y dar paso a los reflejos posturales controlados desde partes superiores del cerebro; lo que permite el desarrollo neurológico del bebé.

Si estos reflejos permanecen activos habrá una debilidad o inmadurez cerebral, y afectaran no solo a sus habilidades motoras gruesas o finas sino también a la percepción sensorial y cognitiva.

Cuando un reflejo se integra, una habilidad nueva se puede aprender. Si por el contrario este reflejo sigue presente, la ejecución de nuevos movimientos o tareas supondrán un esfuerzo extra por parte del niño y por tanto un agotamiento precoz.

Si hay uno o varios reflejos-no-integrados posiblemente estaríamos ante un retraso en el desarrollo neurológico, el cuál esta ocasionando dificultades en los patrones de movimiento del niño y limitando su desempeño en el día a día. Por tanto, para tratar estos problemas habría que integrar estos reflejos.
• ¿Cómo integramos los reflejos primitivos? A través de unos sencillos ejercicios basados en la terapia del movimiento rítmico. (TMR)

¿QUÉ ES LA TERAPIA
DEL MOVIMIENTO RÍTMICO O TMR?

El cerebro de los bebes es inmaduro y es la parte del tronco encefálico, la que se encarga de las funciones mas básicas, mientras el resto de las partes del cerebro trabajan solo en una mínima proporción. En el momento de nacer, un bebé tiene en promedio 100.000 millones de neuronas, pero pocas conexiones neuronales. Éstas se irán multiplicando a medida que el niño crece. Este proceso de crecimiento neuronal se da gracias a la estimulación que el bebe recibe mediante la estimulación ambiental, sensorial, cognitiva… pero también a través de los movimientos que el espontáneamente hace.

Tales movimientos se hacen en un cierto orden, de acuerdo a un programa innato, levantar la cabeza, el pecho, voltear, reptar, gatear, caminar….Es importante que el bebe pase por todas las fases del desarrollo pues sino habrá una inmadurez neurológica. El Instituto de Neurología de Estados Unidos y de Suecia mantienen que los patrones de movimiento especifico ejecutados por los seres humanos durante los primeros meses de vida contienen en sí mismo un efecto inhibidor natural de los reflejos primitivos. Si estos movimientos no se han hecho (o no se han hecho lo suficiente) los reflejos primitivos permanecerán activos. Pero podemos darle una segunda oportunidad al cerebro a través de la practica de un programa de ejercicios personalizados.

La TMR se basa en unos ejercicios rítmicos y suaves que se hacen tanto de forma activa como pasiva basados en los propios movimientos que hacen los bebes desde que nacen. Los movimientos rítmicos del niño hacen que las diferentes partes del cerebro se conecten consiguiendo así una madurez cerebral.

¿En qué casos se aplica esta terapia?


  • Dislexia y dificultades de aprendizaje.
  • Hiperactividad.
  • Problemas de lateralidad y movimientos cruzados.
  • Problemas de atención y concentración.
  • Problemas de comportamiento, muy introvertido y tímido o agresivo.
  • Palabras entrecortadas, lenguaje pobre y tardío.
  • Malas posturas.
  • Pobre coordinación mano-ojo.
  • Poco equilibrio.
  • Pobre coordinación.
  • Malas posturas a la hora de escribir.
  • Enuresis, y problemas para controlar esfínteres.
  • Problemas para aprender a dar la voltereta, saltar a la pata coja o montar en bicicleta.
  • Mareo por movimiento.
  • Hipersensibilidad a la luz, al tacto, a los estímulos visuales o kinestésicos.
  • Mala letra.
  • Se distraen fácilmente.
  • Impulsividad.
  • Problemas de organización.
  • Marcha en puntillas