SERVICIOS DE NUTRICION

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ACUDIR AL NUTRI?

  • Porque muchas veces interiorizamos y asimilamos como normal, situaciones incómodas o dolorosas que realmente no son fisiológicas y tienen solución: reflujo, acidez, inflamación abdominal, gases, diarreas, estreñimiento…
  • Porque nadie nos recuerda que somos un todo, y que un síntoma que nos acecha puede tener relación con nuestra alimentación, aunque en principio no lo parezca: urticaria, dolores de cabeza y articulares, depresión, infertilidad, abortos…
  • Porque tener una alergia o intolerancia/malabsorción alimentaria es una odisea si no sabemos qué podemos comer y qué debemos evitar.
  • Porque muchas personas (tanto peques como mayores) “comen raro” a ojos de los demás, y es algo en lo que desde Nutri podemos ayudar ofreciéndoos diferentes estrategias: adaptaciones de texturas, búsqueda de nuevos sabores, ampliación de la oferta alimentaria…
  • Porque cada vez hay más personas que deciden apostar por un estilo de vida vegetariano y vegano, y la transición dietética, cuando se realiza en compañía, siempre es más fácil.
  • Porque tener un retoño es una de las cosas más bonitas que se pueden experimentar, pero muchas familias se bloquean a la hora de empezar a ofrecer la alimentación complementaria.
  • Porque, aunque hoy en día tenemos acceso a mucha información, nadie nos enseñó a filtrar para quedarnos sólo con la de calidad.
  • Y también porque comer es un placer, pero a veces cocinar y descubrir nuevas técnicas se nos hace un poco cuesta arriba.

¿Y qué pasa con los niños? ¿También deberían ir al Nutri?

Pues claro, porque ellos también comen y también desarrollan problemáticas relacionadas con la alimentación. Además, si durante la niñez construimos buenos hábitos, cuando lleguemos a la edad adulta disfrutaremos de un estilo de vida más sano y tendremos menos problemas de salud.

Además:

  • Los peques no son adultos en miniatura, sino que a menudo encontramos signos y síntomas diferentes para la misma enfermedad, según la edad de quien la padece. ¿Sabías que la celiaquía en niños puede producir introversión, hiperactividad, epilepsia y hasta autismo?
  • Los síndromes y patologías que cursan con un trastorno del sistema oromotor afectan de manera directa a la alimentación, lo que dificulta alcanzar las necesidades nutricionales de esos peques y los mete de lleno en un estado crónico de desnutrición. En otros casos, la problemática deriva de un mayor riesgo de enfermedades crónicas por disfunción de órganos, o mayor acúmulo de adiposidad.
  • Los peques desarrollan más alergias alimentarias que los adultos, y sin embargo están más expuestos que ellos a que “alguien les dé comida”. Por eso es tan importante conocer qué alimentos y preparaciones pueden tolerar, y en qué lugares encontrar las partículas que les hacen daño.
  • Muchos peques “malos comedores” expresan sus problemas de integración sensorial a través del rechazo a los alimentos. Por ello, cuando combinamos el trabajo de la terapeuta ocupacional con el de la nutricionista, podemos abrir el abanico alimentario del niño, y solucionar así las disputas familiares en torno a la comida.
  • A menudo, transicionar hacia un estilo de vida vegetariano y vegano forma parte de una decisión completa para toda la familia, pero la información sobre alimentación pediátrica vegetariana y vegana no es fácil de obtener.

Cómo se desarrolla una consulta de nutrición

Ya que somos un todo, y a un sistema le afecta lo que suceda en otro, me gusta mucho indagar en la vida y el día a día del paciente, y también en el de su familia.

En la primera sesión, hablaremos sobre objetivo y motivo de consulta, estado de salud, tratamientos médicos, otras terapias que se estén siguiendo, hábitos alimentarios, laborales/escolares, de ejercicio físico y de sueño, si hay preferencias o aversiones/intolerancias alimentarias… Y por supuesto, si tienes alguna analítica sanguínea u otra prueba médica, serán bienvenidas. Aquí, cuanta más información tengamos, ¡mejor!

Peeeeero dentro de la primera sesión habrá algunas diferencias en función de tu motivo de consulta. P.ej, si sufres sintomatología intestinal, me centraré en averiguar cuáles son los alimentos que te sientan mal; o si tomas poca variedad de alimentos, no te gusta mezclar sabores o te disgustan algunas texturas, redactaremos listas de aversiones y preferencias alimentarias que utilizaremos como base para alcanzar el equilibrio nutricional; o si ya tienes diagnosticada una deficiencia nutricional o estás transicionando hacia una alimentación libre de animales, veremos los protocolos de suplementación. Sabré cómo enfocar la primera sesión gracias a un cuestionario que te enviaré por correo electrónico cuando agendemos tu cita, y que agradeceré me reenvíes cumplimentado antes de vernos.

Unos días después de nuestra primera cita, haremos una sesión de devolución por teléfono o videoconferencia. En ella te explicaré qué enfoque me gustaría usar y por qué, y el plan de alimentación u hoja de ruta que habré redactado específicamente para ti, según tu objetivo y las necesidades que hayamos detectado.

Tras esta sesión, podremos agendar consultas de seguimiento periódico en las que resolveremos dudas, evaluaremos la evolución y trabajaremos todas las dificultades que vayan surgiendo. Cualquier cambio será siempre consensuado.

Al tratarse de un proceso totalmente personalizado, la forma de trabajar será diferente dependiendo de tu objetivo y de si acudes a consulta para ti, o bien para tu peque. En este caso, las sesiones las realizaré contigo igualmente ya que sois las familias quienes decidís qué se come en casa, y quienes podéis contestar mejor a todas las cuestiones que os planteo (qué alimentos comen vuestros peques, en qué cantidad, cuándo, si los utilizan cuando están tristes o nerviosos…). No obstante, a los peques mayores me gusta incorporarlos de manera más activa en las consultas para que sientan que el proceso va con ellos y tomen, así, cierta responsabilidad. A partir de los 16 años, pueden acudir por sí mismos sin necesidad de venir acompañados.

La alimentación infantil es tan amplia, o más, que la alimentación en adultos, por lo que podremos tratar desde retrasos ponderales y del crecimiento, o excesos de peso, hasta incorporación de la alimentación complementaria en bebés, dietoterapia de patologías metabólicas, autoinmunitarias e inflamatorias, y manejo de dificultades alimentarias secundarias a otras condiciones (problemas de integración sensorial, trastorno del espectro autista, síndrome de Down…).

Así que, si quieres revisar tu alimentación o la de tu peque, o te preocupa algún aspecto de tu/vuestra alimentación o relación con la comida, no lo dudes y ven a verme a Integrasens. ¡Te espero!

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